ANTECEDENTES

La convivencia se convierte en un tema imprescindible en las instituciones educativas, toda vez que la UNESCO la contempla dentro de los 4 pilares de la educación (ser, saber, hacer y convivir), contribuyendo así desde el ámbito escolar a la construcción de una sociedad democrática y respetuosa de las diferencias individuales.

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Desafortunadamente, los estudios adelantados por Chaux, indican que Colombia ocupa el primer lugar en Latinoamérica con dificultades en la Convivencia escolar. Se han presentado situaciones de peleas a los golpes, insultos, robo de objetos de la víctima, cyberbulling, amenazas, ataques tanto dentro como fuera de la escuela, incluso se han presentado casos de deserción escolar por problemas en la convivencia escolar, entre otros.

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Cartagena no está exenta de esta problemática, en muchas instituciones se presentan dificultades, lo que amerita un análisis a la situación y la propuesta de acciones que conlleven a que la escuela se convierta en un escenario de convivencia, la resolución pacífica de conflictos y el fortalecimiento de una cultura de Paz.

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En cuanto a la convivencia ciudadana, en el año (2.014) se aprecia el análisis efectuado por parte de la ministra de Educación, en ese entonces María Fernanda Campo a las pruebas Saber realizada en el año 2.012, para los grados 5 y 9, en el área de competencias ciudadanas, donde la representante del M.E.N, hace énfasis en que "Estos resultados son muy importantes, ya que sirven de insumo para fortalecer la formación ciudadana en los niños y jóvenes de la región y del país y, de acuerdo con estos resultados, nos reafirmamos en consolidar una formación ciudadana de calidad en la ciudad".

Lo anterior indica que para apostarle a la formación ciudadana es menester que se tenga en cuenta los conocimientos que tienen los y las estudiantes sobre 'Pensamiento ciudadano' y 'Acciones y actitudes ciudadanas', puesto que se debe partir de su realidad, de sus apropiaciones conceptuales, para que luego ellos empiecen a transformar su cotidianidad para la permanente convivencia ciudadana, factor fundamental en las interacciones interpersonales y la construcción de tejido social.

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Es preocupante observar de acuerdo al análisis antes mencionado que en “Cartagena y Bolívar los niños y jóvenes en el aspecto Convivencia y Paz, cuando se refiere a los roles de intimidación escolar, el 55% de los estudiantes de 5 grado de Cartagena y el 51% de Bolívar asumen el papel de observador cuando se manifiesta un caso de agresión (es decir, no toman acciones pero presencian la intimidación). El promedio nacional es de 54%”. Es decir, se están cruzando límites desorbitantes al ignorar la situación de intimidación, sobre todo al comparar estos porcentajes con la cifra a nivel nacional. En este mismo aspecto, en los estudiantes de 9°, el 67% de los estudiantes de Cartagena y el 61% de los de Bolívar asumen el rol de observador. El promedio nacional es 65%.

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Así mismo en el análisis se aprecia que en la prueba de 'Acciones y actitudes ciudadanas' aplicadas a los estudiantes de 5°, según los tipos de agresión escolar (física, verbal y relacional), los porcentajes más altos se encuentran en la agresión verbal así: en Cartagena el 49%, en Bolívar el 47% y en el país un 48%. A su vez, los estudiantes de 9°, en esta misma prueba (agresión verbal), muestran un porcentaje de 34% en la capital de Bolívar, un 37% en este departamento y un 33% en el país”.

Lo anterior permite reconocer se está por encima de la media del País, los observadores en un momento dado se convierten en acosadores o intimidadores pasivos, al ver manifestaciones de estas situaciones y no denunciar. En cuanto a la agresión verbal, es la que más se hace manifiesta, no es evitar golpear al otro, las palabras tiene más carga emocional que un puño y dejan huellas indelebles que casan más daño que un golpe.

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